Una relación deuda-ingreso saludable es un indicador de estabilidad financiera. Tal como lo implica el término, esta proporción compara la cantidad de dinero que pagas por las deudas con tus ingresos.
Una relación deuda-ingreso estable debe ser menor a 43%. Alguien con un porcentaje más alto puede tener dificultades para llegar a fin de mes y mantenerse al día con sus pagos.
Al solicitar una hipoteca, los prestamistas utilizarán este número como factor determinante, por lo que es esencial saber cuál es tu posición. En la mayoría de los casos, debes tener una relación deuda-ingreso inferior a 43% para obtener una hipoteca.
Calcula la relación deuda-ingreso
La ecuación se ve así:
Pagos de deuda mensuales totales ÷ ingreso bruto mensual (antes de impuestos) = relación deuda-ingresos
Facturas como deudas
• Renta mensual o pago de casa
• Auto, estudiante u otros pagos mensuales de préstamos
• Pensión alimenticia mensual o manutención de los hijos
• Pago mensual con tarjeta de crédito
• Cualquier otra deuda